Reencuentros, hallazgos, autoconciencia
Hubo una vez en mi vida en la que me encontraba caminando entre el estrecho pasaje de la vida y la muerte. Casi llegando hacia al final, casi encontrando la luz de la clarividencia me cruce con alguien de aspecto misterioso y redundante. Tal vez fueron las casualidades de la vida, el destino o las incurrencias mismas de la vida lo que me hicieron toparme con alguien en el sendero mas desolado de mi corazon, sin duda alguna era algo que no esperaba ni consideraba capaz suceder.
Aquel hombre yacia sentado al borde de un abismo, casi tocando las puertas del infierno y del paraiso a la vez. Era alto, tenia una tonalidad oscura y una silla para compartir por si alguien se atrevia a compartir con el. Desde mis ojos el no era mas que un alma que vagaba perdida por el camino que hace años emprendi. Me desvie por un momento para pensar algunos motivos de por que se encontraba aqui conmigo, sin embargo no tuve exito alguno encontrando razones. La intriga se apodero de mi al instante, y su mirar penetro en mis ojos de una manera casi automatica. Mi voz interna a su vez me incitaba a sentarme a su lado, una premonicion misteriosa se apodero de mi ser y termine por sentarme a su lado.
Prendio un cigarro y bajo la mirada, no salio una palabra de su boca hasta pasados unos minutos. Lo mire, me miro, nos miramos, decidi saludarlo y preguntarle su nombre, con gusto respondio repreguntandome “y vos quien sos?” seguido de una sonrisa. Mi piel se helo por una gelida brisa de aire que desprendio ese momento, mi mente se pauso y de forma sutil mi corazon se detuvo, el tiempo habia parecido detenerse en lo que el me miraba aguardando mi respuesta. Pense en mil respuestas para dar, pero de forma apresurada simplemente respondi “Francisco”, su sonrisa cambio y su cara se torno algo seria, con voz tenue me respondio “y vos sabes quien soy yo?” La verdad que no, respondi, para luego preguntarle ¿y vos que haces en un lugar tan inusual como este? “Admiro la profundidad que alguna vez logre conseguir, apaciguo mi mente con el recuerdo de lo que alguna vez fui y hoy no soy, aguardo a lo que vida me deparara y sin preocuparme por un futuro simplemente espero. Acaso no crees que estas vistas son dignas de contemplar? “ Su respuesta me dio que pensar, era extraño que alguien con tanta autoconciencia se encontrara en el mismo lugar que yo, no muchos lograban llegar a los límites del mundo ya que requería un sacrificio enorme que no todos estaban dispuestos a dar. Pregunte por su historia y sendero, tambien por el motivo sobre como habia logrado encontrar el mio. “En realidad, esto no es mas que un momento. No hay motivos para habernos cruzados pero si hechos. Provengo de unas tierras lejanas donde la superficialidad reina, un lugar donde la mentira reina sobre la verdad y donde los ojos son ciegos y los corazones no sienten. Emprendi mi camino tiempo atras, cansado de tanta monotonia y falta de vinculos reales, camine sin parar durante muchos años hasta que descubri que algo existia detras de la linea del horizonte, en aquel momento sin dudarlo segui y hoy aqui me encuentro ¿fascinante no crees?” Me acomode en la silla, y pense por unos minutos. De ser cierto lo que lo que el dice, ha de haber sufrido mucho para llegar hasta aqui, carece de filtros y sus ojos expresan un dolor pasado pero no presente ¿Quien es realmente? No lo se, pero he de averiguarlo. Por lo que respondi: lo es, la verdad que si. Has llegado muy lejos, sin embargo, puedo notar que tu camino aun no ha cesado e inclusive estas al fin del mismo, no puedo evitar pensar ¿Por que no lo has terminado? y exclamo “Esto? Esto no es mas que el principio, esta simple linea de luz y de oscuridad no tiene que ver con finales ni mucho menos cierres, tras pasar esta linea no podras volver jamas a ser quien eras antes pero esto no implica olvidar quien eres si no mas bien convertirte en algo nuevo, aqui te divides de la sociedad y de su maldad. He cruzado esta linea un par de veces, pero de vez en cuando regreso para recordar quien fui y que hice, es una forma de agradecer a mi version pasada por los pasos que dio, el olvido es la peor de las muertes”. Al parpadear tras oir eso volvi a mi pasado, recorde momentos, vivencias, traumas y amores pero por sobre todo reflexiones. Al abrir mis ojos aquel hombre ya no estaba, las sillas en las que nos sentabamos tampoco. Yacia de pie, como si de una estatua se tratase, lo busque en todas las direcciones pero no habia rastro alguno de su presencia. Me asome al abismo al que mirabamos y no vi mas que oscuridad y una pequeña luz al final del mismo. Recordando sus palabras decidi esperar y no continuar por si alguna vez el volvia.
Pasaron dias que luego fueron mesas, y esos meses se convirtieron en años. Aunque de cierto modo el tiempo como lo conocemos no funciona del mismo modo en aquel limbo aun asi seguia teniendo nocion del mismo. Una noche, al irme a dormir escuche un ruido que venia de la lejania, mire con atencion y alli lo vi, caminando lento pero seguro de si, fumando un cigarro y sin equipaje en su espalda. Extendi mi mano al aire en forma de saludo y el correspondio haciendo lo mismo, prepare un asiento para su llegada y lo espere. Al sentarse le pregunte ¿Donde habias estado? Aguarde tu regreso por mucho, aunque aqui el tiempo no exista. El miro y respondio “Caminando mi sendero una vez mas, reviviendo aquella llama que alguna vez me impulso a caminar hacia el futuro. Me alegro de verte aqui una vez mas” Su mirada habia cambiado, ya no denotaba neutralidad si no amor y nostalgia. Con una sonrisa en el rostro respondi: Durante el tiempo en el que no estabas pense en tus palabras, en tu presencia. No quise continuar por miedo a no vernos nunca mas, pese a que solo hayamos intercambiado algunas palabras creo esto es algo mas especial y no creo sea por coincidencia ni por inconcurrencias de la vida, en alguna parte de mi siento que ya nos conocemos pero no se de donde ¿Has encontrado mas respuestas en tu camino de regreso al pasado? y respondio “Tus palabras alegran mi solemne alma, con gusto te contare que encontre de camino aqui. El amor surgio en algun momento de mi pasado y no lo habia visto, llego como algo que no esperaba y de la forma menos esperada. Ya no recorro este camino en soledad, si no mas bien en compañia, y de las mejores. Mi alma, al igual que mi cuerpo cambio, y de seguro mi mirar tambien. En este viaje de regreso no revivi memorias ni hechos, si no mas bien reescribi mi historia con un poco mas de tinta y decidi regresar cuando vi que ya no quedaba mas. Ahora sin ella y en compañía no he de mentirte, cierto miedo recorre mi cuerpo al pensar en el futuro y el porvenir, nuevas oportunidades se me han presentado y no quiero desperdiciarlas” a lo que respondi: Me alegro que en tu sendero hayas encontrado compañia luego de tanta soledad, como un alma que recorre sola este sendero comprendo lo que esto significa para vos. En tus palabras veo lo que alguna vez fui, y creo intrínsecamente que lo que sea que hagas saldra bien sin importar el como y el cuando. Yo por mi parte no he hecho mas que meditar aquellos dolores que alguna vez perturbaron mi pensar. Los recuerdos lentamente se marcharon sin dejar rastro, los dolores con el viento se fueron y el miedo que alguna vez senti hoy no se encuentra mas en mi. Pienso en seguir mi sendero ahora que ya nos vimos una vez mas. Tras esto el hombre metio su mano en su bolsillo, saco otro cigarro y lo encendio, sutilmente me miro y estiro su brazo ofreciendome uno, aunque nunca haya fumado decidi aceptarlo. Al pitar el mundo que conocia cambio de color, los tonos grises ya no estaban y la oscura noche ahora se torno azul, una sensacion de somnolencia recorrio todo mi cuerpo, al verme el hombre pregunto “¿Lo entiendes ahora? Todo esto que ves no es mas que una mera ilusion creada por la vision de un hombre en busca de su camino, todo se modifica segun el pensar.” El hombre se paro y me invito a ver el abismo que estaba a nuestro lado, me costo ponerme de pie pero lo hice y al acercarme a su lado lo entendi. Aquel abismo no era mas que un camino a seguir donde uno se encontraba con su yo interior, pintado de gris para los ojos ajenos por el miedo que esto puede llegar a generar. Pero en mi caso, pintado de tonalidades llamativas por la casualidad de haber fumado. A lo que tanto le temia no era mas a que mi ser en su maximo esplendor, sin dolores, sin remordimientos, sin un pasado tormentoso, simplemente un ser. Me miro una vez mas, y me invito a continuar dejando todo atras. Sin dudarlo pusimos un pie en el aire y juntos saltamos. En nuestra caida vi mi vida pasar y la suya a mi lado, sin si quiera saber su nombre confie en el. Nuestras almas al desnudo quedaron ante la mirada del otro, en un completo respeto mutuo ninguno juzgo al otro ni penso en hacerlo, simplemente caimos. Senti su dolor y el sintio el mio, vimos nuestras penas y peores temores, pese a ser dos personas distintas muy en el fondo no eramos mas que lo mismo, una simple extension del otro en mente y alma. Tras unos minutos todo se ilumino y finalmente pude ver su rostro, y mera sorpresa me lleve al notar que el no era otro mas que yo en profundidad. La vida nos formo con batallas por pelear y hasta aqui llegamos, con una sonrisa en el rostro nos despedimos y adentramos en lo que ahora seria nuestra nueva vida.
A dia de hoy que sigo recordando a aquel hombre como lo siempre fui pero que jamas me anime a ser, con ojos de nostalgia miro aquella anecdota como algo propio de mi, aunque no pueda saber si fue real o no, se que a dia de hoy convivimos como uno y me siento agradecido por ello.
Este texto no es una fábula. No es un sueño ni un mito. Es la representación más honesta y visceral de cómo, en medio del túnel más oscuro, apareció la única persona que se sentó conmigo a mirar el abismo en silencio. Él no intentó cambiarme. No me aconsejó. Solo me acompañó. Y esa presencia, ese amor sin condiciones, fue lo que me salvó. A Mateo, mi hermano del alma, mi espejo humano, mi socio en esta vida que todavía nos espera.