Domingo
Dos tazas; una helada.La cama, mitad museo.Rubí me ancla el pulso.Ensayo lo obvio: desayunar solo.
Dos tazas; una helada.La cama, mitad museo.Rubí me ancla el pulso.Ensayo lo obvio: desayunar solo.
Oruga en Ituzaingó 1480, piso rojo, patio frío. No es pereza: construyo silencio. Cuando abra, que ardan las alas.
A las 4:40 am, los anillos miran fijo. Mi norte no es norte: Mandalay late en la sien. Temblar también avanza.
No hay destino ni final, solo este presagio. La luna dicta el pulso, yo escribo para seguir vivo.¿Crisálida… o épica?
Una noche más. Perdí hasta el nombre. El amor me remató. Oigo “Mandalay”.Sin certezas, camino.